introducción |
En el Año Internacional de la Biodiversidad, en el cual también se conmemora el centenario de la publicación del concepto “asociación”, es de la mayor importancia la participación en el VIII Encuentro Internacional de Fitosociología (ALFA), que se celebrará en Lisboa entre el 13 y 16 de Septiembre, llevando por lema “Nuevas Perspectivas de la Fitosociología”. La conservación de la biodiversidad depende primordialmente de un buen conocimiento de la misma. La fitosociología tiene, indudablemente, contribuido a la catalogación de la biodiversidad vegetal a varios niveles: especies, comunidades y paisajes. Constituye, hoy en día, una reserva de datos de biodiversidad que, aún encontrándose relativamente dispersa, se revela, a cada paso, como más útil e imprescindible. En los últimos siglos las diversas amenazas sobre la biodiversidad autóctona, tales como la humanización del territorio, la introducción masiva de especies alóctonas o la creciente difusión de contaminantes, ha alterado profundamente la distribución y estructura de las biocenosis. Estos impactos provocaron, en un pasado reciente, preocupación acerca de la preservación de la biodiversidad, pero también conformaron los primeros desafíos a la fitosociología como ciencia vegetal. Estos desafíos, si no resueltos, parecen estar sobrepasados por la dimensión alcanzada en el conocimiento sobre temas de restauración de ecosistemas e implementación de estrategias de conservación, desarrollados gracias a la fitosociología (Rede Natura). |